Leche de inicio y leche de final

20130511_110759Es común escuchar comentarios de mujeres que insisten para que el bebé se quede prendido del pecho al menos veinte minutos. Algunas luchan con sus bebés para lograrlo. Les han dicho que la leche más grasosa sale después de este periodo de tiempo.

¿Será así? ¿Verdaderamente habrá un “timer” interno dentro de la teta que haga click a los veinte minutos y la leche se vuelva natilla pura? Realmente no.

La leche materna si varía durante la toma. Es verdadero que la primera leche que sale tiene una composición diferente a la leche del final.  La primera es rica en agua, azúcares, hormonas y algunas proteínas. La del final tiene una densidad energética mayor y también es rica en nutrientes. Ambas partes de la leche son sumamente  importantes para un buen desarrollo del bebé, más  no es el reloj quien determina el momento en que una leche se vuelve grasosa, tampoco es algo que ocurre drásticamente en la toma. La leche es dinámica y cambia  paulatinamente durante la toma y durante el día. Esa transición varía de mujer en mujer y depende de algunas variables que en la mayoría de los casos están fuera de nuestro control.

1. El tiempo que transcurrió entre toma y toma:  Es el bebé quien debe decidir cada cuánto comer.

2. La fueza de la succión del bebé: La fuerza de la succión y las pausas de cada bebé determinarán el tiempo de la toma. Unos maman más fuerte y rápido que otros por lo tanto llegarán a esa “lechita calórica” más rápido.

3. El vaciamiento del pecho en la toma anterior: El vaciamiento correcto del pecho significa un buen aporte de grasas al bebé y una buena producción del leche.

4. Si existen o no horarios rígidos durante la lactancia: El reloj generalmente trae como consecuencia problemas en la autorregulación de la producción y en el correcto vaciamiento del pecho.

5. La genética de la madre: Hay mujeres que producen leches más grasosas que otras (el bebé de la foto es exclusivamente amamantado, tiene 8 meses!!!).

La recomendación general es la siguiente:

  • Olvide el reloj, si su bebé a los pocos minutos se muestra poco interesado en el primer pecho, cámbielo. No lo presione a que tome más tiempo del que él quiera. Ofrezca siempre ambos pechos. El decidirá si quiere mamar de uno o de los dos.
  • No cuente el tiempo (a menos que tenga un bebé con condiciones especiales y requiera un seguimiento diferente), deje que su bebé mame todas las veces que quiera y el tiempo que quiera.
  • Verifique que su pediatra utilice las curvas de crecimiento de la OMS para valorar el crecimiento y aumento de peso de su bebé. No todos los bebés crecen al mismo ritmo ni se encuentran en el percentil 50. Algunos son más delgados y otros más gorditos. Lo importante es valorar que crecen consistentemente y se mantienen dentro de su curva normal.
  • Aliméntese sanamente y viva libre la lactancia materna.

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