Lactancia y Esclerosis Múltiple. Un testimonio de entrega y amor.

El testimonio que a continuación comparto con ustedes es de una mujer trabajadora, madre abnegada y con un padecimiento llamado Esclerosis Múltiple. Debo confesar mi profunda admiración por esta mujer y  por el empeño de dar lo mejor a su bebé a pesar de todo.  TE FELICITO, DE LAS MÁS CAMPEONAS QUE CONOZCO!!!

En las palabras de esta querida mamá, su precioso testimonio.

"Tengo los pechos cargados de leche y amor, y la fuerte convicción de que la leche materna es otro vínculo más para transmitirle a nuestros bebés lo mucho que los queremos.

No es solo la leche, sino el amor que siento que puedo transmitirle al alimentarlo.

No ha sido fácil, tampoco difícil ni imposible.

Me impulsó la paciencia y el apoyo incondicional de quienes me motivaron a hacerlo, además de la salud de mi hijo quien me ha preferido antes que a todas las sustancias, que se inventan para  reemplazarnos o complementarnos, según sea el caso y como lo quieran llamar.

Me costo varios años el hecho de animarme nuevamente a tener un hijo, luego de que me diagnosticaran esclerosis múltiple.  Junto con mi esposo tomamos la decisión de intentarlo. Con mucha ansiedad, deje el medicamento que me inyecto semanalmente para evitar brotes de mi enfermedad. Ocurrió el milagro de la vida. Esa bendición en la que nos sumergimos escasas  veces y que transforma los momentos de la espera en momentos mágicos.

Transité un embarazo maravilloso, en los que tuve días, casi todos en donde sentía un cuerpo sano. Fue un embarazo sin dolores, sin complicaciones  y lleno de ilusión.

Se me había olvidado cuanto mas fácil es la vida cuando uno se siente pleno…

Durante el embarazo investigué con  mi consultora de lactancia (a quien agradezco profundamente), como amamantar, sin que mi hijo tuviese riesgos por causa del medicamento que debo utilizar.

Descubrimos que es un tema poco estudiado.

Finalmente contactamos a un investigador de EEUU y concluimos que una vez colocado la medicina llamada Interferón, no le suministraría pecho por 15 hrs. (tiempo promedio en que la medicina permanece en sangre) y luego de ese lapso reanudaría la lactancia.

 Durante ese periodo me extraería la leche y la desecharía.

Así lo hice por 8 meses y medio de forma exclusiva, incluso guarde muchísima leche mientras pude para los días que recibí medicamento (1 vez por semana) y también la utilice cuando estuve por 3 días internada. Empecé a trabajar cuando mi bebé cumplió los tres meses.

La naturaleza es sabia, durante 9 meses nos preparamos para recibir a nuestro hijo y una vez lista toda la familia, incluso mi bebé. El decidió llegar para transformar nuestras vidas en días mas felices para mí, para mi esposo y para su hermana, quien al recibirlo dijo que Dios había escuchado su deseo.

Hoy sé, que fue la mejor decisión, que mi vida cambió, que me siento completa y que le di a mi hijo el mejor regalo que le pueda dar un padre a un hijo además de la vida: un hermano y un compañero de vida.

Gracias infinitas a todos los que me ayudaron, gracias a mi esposo por su amor, apoyo, fuerzas y paciencia, gracias a mi hija mayor que ha sido mi ángel, gracias a mis amigos que son mi bastón  y gracias a la vida que me dio una familia de la que vengo, la cual estoy orgullosa de tener, y gracias infinitas a Dios que me permitió formar una familia la cual escojo día a día"

Gracias a Greg Donikian por la foto.

7 Responses to “Lactancia y Esclerosis Múltiple. Un testimonio de entrega y amor.”

  1. LUCIA says:

    Hola!! me llamo Lucía, y tengo esclerosis multiple. Yo le doy la teta a mi hija de 35 meses. Y es compatible el interferón 100% no es necesario esperar 8 horas, ni tampoco tirarse la leche. Esta enfermedad es muy dura, y ya el solo hecho de la maternidad es un mérito para nosotras, la lactancia es nuestra terapia. Ánimo a todas las mamas con EM.

  2. Ingrid says:

    Gracias por tu comentario!!
    Ingrid

  3. Ingrid says:

    Algunos comentarios que llegaron a mi correo y al facebook:
    Que maravilla!!!! Digna de admiración!!! Mayela
    HERMOSO TESTIMONIO!!! QUE CORAJE! Alejandra
    Qué lindo!  Muchas gracias! Diana

  4. Luci says:

    esta es mi historia, está en dos partes, porque la publique en días distintos, espero que os guste, y si la lee alguna mama con esclerosis multiple, que le de muchos ánimos de seguir luchando, no estamos solas: 
    http://www.facebook.com/notes/asociaci%C3%B3n-chuchamel-en-apoio-%C3%A1-lactancia-materna/luc%C3%ADa-y-laura-parte-1/144053322345418

    http://www.facebook.com/notes/asociaci%C3%B3n-chuchamel-en-apoio-%C3%A1-lactancia-materna/luc%C3%ADa-y-laura-parte-2/144565148960902

  5. Ingrid says:

    Hola Luci. Gracias por compartir tu historia.

  6. Ingrid says:

    Copio la historia de Luci. La segunda parte!!
    Para poneros en situación de todo lo que se me avecinaba a partir de mi conversación con el neurólogo, os haré un resumen breve de mi situación.
    Me diagnosticaron Esclerosis Múltiple en el 2006, durante el primer año había padecido brotes sensitivos leves a los que casi no le dieron importancia, al año y medio tuve otro brote de los fuertes, (ingreso hospitalario para medicación con corticoides) y una indicación urgente, empezar a medicarme con inmuno-moduladores, este medicamento está contraindicado en el embarazo y el neurólogo me preguntó si me había planteado tener hijos a corto plazo… no me lo había planteado, pero tenía claro que no sería pasados muchos años, y como no tenía sentido ponerme la medicación un año, cortarla, y retomar luego, (corría más riesgos), decidí empezar a medicarme después de tener un bebe, y la verdad el tema del pecho para mí iba unido a la maternidad, así que pensé, si me posponen el medicamento hasta que logre el embarazo, me lo pospondrán también en la lactancia, pero no fue así, y aquí empieza mi odisea.
    6 meses, eso era el plazo máximo que me había permitido el neurólogo, aunque a los tres y medio se sorprendió de que no lo hubiese dejado ya, y volvió con las mismas advertencias casi sentenciándome.
    Cuando Laura tenía un mes, yo salía a la calle, y como la niña quería teta casi 24 horas pues era bastante habitual encontrarme paseando con la niña en brazos y la teta fuera,  un buen día, me encontré con la típica mama que te dice : Uy!! Qué bonito es verla tomar teta, conocía a esa chica de muy poco, creo que no sabía ni su nombre, pero empezamos una conversación sobre las dificultades de la maternidad en general. No sé cómo le comenté que le daría teta a Laura 6 meses ni un día más, porque tenía que empezar con el interferón, y la conversación se quedo más o menos ahí. Al día siguiente, me pase por la tienda donde habíamos coincidido, y para mi sorpresa, me tenía preparado un regalo de mucho valor para mí en aquel momento, cuatro hojas fotocopiadas del libro de Carlos González: “Un regalo para toda la vida” en cuestión el capítulo de medicamentos y lactancia. Aunque no mencionaba nada de mi enfermedad y mi medicación, ese día mi vida cambió, pues todavía quedaba una esperanza para no tener que destetar prematuramente.
    Me compre todos los libros de Carlos González, que me ayudaron mucho a tomar decisiones sobre crianza en general y a resolver mis dudas con la lactancia, y a partir de ahí empecé a preguntar, primero a mi medico… ¿podría compatibilizar? NO
    Matrona… ¿Podria compatibilizar? Lo que diga el Neurólogo (o sea NO)
    Pediatra ¿podría compatibilizar? Y me dice… “-Hombre, en Denia dicen que sí, no deberías de tener problemas”
    Empezaba a ver la luz, pero cada vez que llamaba a mi neurólogo para decirle lo que había descubierto, me decía, que era una inconsciente, no solo por no haber empezado a medicarme y correr un riesgo altísimo a tener brotes, si no de intentar poner en riesgo la salud de mi hija insistiendo con la lactancia. Pero de eso se trataba, de la salud de mi hija, no solo física, si no también emocional, pero él no entendía nada de lo que le decía, hablábamos en diferente idioma, y me sentía como una petarda pesada cada vez que tenía que visitarle.
    Sentí  la necesidad, de buscar un caso como el mío, contacté con chuchamel, por si conocían un caso parecido, pero ellas tampoco habían conocido ninguna mama en mi situación…. ¿Qué hago? Me preguntaba todos los días, escribí al comité de lactancia de la AEPED, y su respuesta me animó a luchar hasta el final, no sabía que pasaría, pero tenía por escrito en un texto del comité que era compatible con un riesgo 0.
    Solo me faltaba un testimonio, pero no lo encontraba por más que buscaba y escribía a foros de lactancia y esclerosis múltiple.
    El empujoncito final que me faltaba me lo dio Helena, cuando un día que me la encontré en la calle de casualidad, sacó de su bolso, unos papeles impresos que contenían una información insólita, no solo que era compatible, si no porqué lo era.  Helena estuvo investigando por su cuenta (yo nunca me lo hubiese imaginado, pues creía que no le habrían dado más importancia a mi caso) y había descubierto que, el interferón tiene un peso molecular tan alto
    que no es capaz de atravesar las paredes del sistema digestivo, es por esa razón que la administración sea por vía subcutánea, mediante un pinchazo, y que por la misma regla del peso molecular, tampoco pasa a la leche, en el caso de que lograse pasar una mínima parte, (algo ridículo), esto haría lo mismo en el sistema digestivo del bebe, su organismo lo eliminaría. No os podéis imaginar la tranquilidad que me dio esta información. Por otro lado, también me había mostrado un estudio llevado a cabo por la universidad de California, que explicaba, que las madres que daban pecho a sus hijos, padecían menos brotes que las que no lo hacían y se medicaban.  Lo tenía claro, Había muchas más cosas a favor que en contra, no destetaría a la niña, con mucho miedo, y pendiente de cualquier síntoma, tengo que reconocer  que la niña visitaba al pediatra por cualquier cosa, un llanto más fuerte de lo habitual, una rojez en la piel, si no comía, o no dormía, pero no había nada, ni rastro de medicación en su cuerpo, cuando yo me pasé los dos primero meses con fiebres, fatiga, dolores musculares, etc., etc., la niña no mostraba nada, no le hacía ningún efecto, y sus revisiones eran de lo mejor.
    En cada visita a mi gran amigo y doctor, me recordaba lo irresponsable que había sido, y también comentaba que en caso de que a la niña le pasara algo muy grave (o sea, se moría) la culpa sería mía, como respuesta en un par de ocasiones me lleve a mi hija a la consulta y le di la teta mientras hablábamos, creo que le quedó bastante claro lo que creía de su postura.
    A día de hoy, Laura sigue tomando teta, y no ha sido fácil, han pasado casi tres años, y hemos tenido altibajos como el que más, he pasado por brotes, efectos secundarios de la enfermedad y la medicación, he vivido momentos muy difíciles debido a mi enfermedad que no describiré, mucha gente me ha dicho que he pasado momentos duros porque he querido, pero yo respondo, que los momentos duros lo hubiese pasado igual, solo que he tenido la teta para resolverlos más fácilmente, y nos ha valido de consuelo a las dos, me ha hecho sentirme útil en momentos que no lograba levantarme de cama, y me ha valido también para que no la apartasen de mí cuando he ingresado en el hospital, que gracias a que le daba el pecho, nos han ingresado juntas para poder darle la teta, aunque sinceramente, yo no solo quería tenerla en mi habitación por la teta, si no porque no puedo estar una noche sin olerla, tocarla y sentirla cerca, me hubiese vuelto loca si no permitiesen que se quedase a mi lado.
    Pues bien, esta es mi historia, aunque todavía no ha llegado a su fin, me han pasado cosas maravillosas gracias a la lactancia, he conocido gente increíble, a la que le estoy inmensamente agradecida, tengo que decir, que es algo muy importante, que a mi pareja, aunque no la nombro en este relato, ha sido el que  ha apoyado y respetado incondicionalmente  todas mis decisiones, el que me recogía la toalla y me la volvía a poner en la mano cuando desistía, y el que me ha entendido como nadie.  Gracias a todas mis amigas, por aguantarme todas mis batallitas de la teta, que cada día tenía una cosa nueva, que me han aguantado. Y gracias a Chuchamel por apoyarme y dejarme formar parte de vosotras.

  7. Luci says:

    Gracias por públicarla Ingrid! Cuando nació mi hija, no encotré nada en internet que me diese ánimo. La razón de contar mi historia, es por si hay alguna mama que se encuentra en mi misma situación, necesidad de medicarse y desear continuar con la lactancia materna. Si me lo permites, solo quiero dejar mi correro electronico, por si, casualidad, alguna madre necesita información con respecto a este tema, o simplemente contactar con alguine que pasó su misma situación previamente. luchi_bs@hotmail.com
    Un saludo.

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