Lactanza

A continuación un  precioso testimonio que nos relata Susana, que junto con sus hermanas y sus bebés, han disfrutado de una lactancia compartida.

Tuve una lactancia con un inicio difícil, ahora lo disfruto más que nada y puedo decir que la lactancia no es sólo un lazo entre madre e hijo, sino que llega a ser un lazo entre las madres que con amor alimentan a sus hijos y en mi caso un lazo de familia, de hermandad; puedo decir también que la lactancia no sólo salva vidas sino que también une vidas.

            Dios y la vida me dieron dos hermanas con las cuales he compartido toda mi vida y han sido más que hermanas, han sido compañeras, amigas, confidentes, consejeras y cómplices. Tuvimos la dicha y bendición de ser madres con cuatro meses de diferencia una de la otra. Mi hermana mayor fue la primera en traer al mundo una hermosa bebe, la cual inició y continuó con una lactancia exitosa hasta el día de hoy tiene 21 meses de lactancia y mi hermana ha tenido la dicha de amamantar durante el embarazo, ya que tiene 35 semanas de gestación. Cuatro meses después nació mi bebé, tuvimos muchos problemas en la lactancia y aunque todo el mundo me aconsejaba era con mi hermana con la que podía desahogarme abiertamente porque sabía que ella me podía entender más que nadie, hoy mi hermosa y yo tenemos 17 meses de lactancia y pretendemos continuar. Cuatro meses después llegó la bendición del guapo de la familia el bebé de mi otra hermana, tuvo algunos problemas con la lactancia al inicio pero gracias a Dios se superaron rápido y ahora tiene 13 meses de lactancia.

            Todo este proceso nos ha unido más que nunca,  podemos compartir juntas el milagro de la vida y de dar vida, compartimos experiencias, miedos, alegrías, deseos, sueños. Hemos crecido como madres, como amigas, como hermanas, incluso tenemos nuestro propio idioma para hablar de cosas de la lactancia como por ejemplo “los torrentes”(la subida de la leche durante la lactancia).

            A pesar de que tuvimos la bendición de pasar todo el primer año de vida de nuestros bebés con ellos, llegó el momento de dejarlos para encargarnos del trabajo o la universidad, pero cuando hablo de que la lactancia crea lazos me refiero a que es un acto de amor y nosotras amamos a todos los bebés como si fueran nuestros. La primera vez que intente amamantar a mi sobrina y mi hermana a mi bebe fue toda una aventura, mi bebe tomó sin problemas de mi hermana, mientras que mi sobrina no quiso, fue como un experimento, como un juego; pero poco a poco, sin pensarlo, nos encontramos las tres compartiendo la leche materna con nuestros sobrinos.

            Es tan tranquilizante salir para la universidad o trabajo pensando que sí nuestros bebés quieren leche tenemos a dos hermanas dispuestas a dársela con el mismo amor que lo haríamos nosotras, es tan hermoso poder amamantar a mis sobrinos y darles el alimento y tranquilidad que necesitan mientras su mami no está.  Regresar a casa con los pechos llenos de leche por haber pasado todo el día fuera y saber que sí mi bebé no se toma toda la leche alguno de mis sobrinos le ayudará.

            Disfrutamos cada momento, cada gesto, cada experiencia, hemos tenido la oportunidad de amamantar durante casi todo un día a los tres bebés sólo una de nosotras, es divertido, hermoso pero sobre todo increíble ver como el cuerpo puede producir tanta leche, tanto apego, tanto amor. También disfrutamos como los bebés saben que las tías también tienen leche y cuando alguna se prepara para amamantar todos vienen a donde ella.

            La lactancia es normal, natural, pero también es sobrenatural, mágico, divino, es un don, un privilegio y compartirlo con personas queridas que te entienden y apoyan es lo mejor que nos ha podido pasar.